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Vida Durante la Gran Depresión


Vida durante la Gran Depresión - Las Voces de los Niños
Para la mayoría, es difícil imaginar la vida durante la Gran Depresión. Aunque la Gran Depresión comenzó a finales de los años 1920, la nación entera sufrió dramáticamente durante el periodo entre 1929 y 1933. Para obtener un relato de testigos oculares de esta era debemos escuchar "las voces" -- las voces de esos valientes niños -- ahora en sus ochenta y noventa. Esta fue su vida durante la Gran Depresión.

Mi padre, Bill, recuerda haberse sobresaltado por el vitoreo en la escuela vecina. Era el final de la Primera Guerra Mundial y él tenía 13 años. Como el adolescente típico, Bill se enfocaba en la comida y los autos. "Los tranvías y el Modelo T de la Ford surgieron a finales de los años 20. Muchas comidas comenzaron a ser empacadas y los gallineros comenzaron a desaparecer de los patios traseros. La comida todavía era muy barata. Una hogaza de pan costaba 10 centavos. Luego vinieron los barcos de vapor y los potentes autos de lujo (Pikes Peak Motor con capacidad para cambios altos de velocidad)."La familia de mi padre era clase media, pero la Depresión afectó a todos. "Era difícil encontrar comida y trabajo y muchos hacían colas para recibir ayuda del gobierno. Mucha gente vivía a base de leche en polvo, habichuelas secas, y patatas."En Chicago, una multitud de hombres peleó por un bote de basura -- sobras de comida para sus familias.


Vida durante la gran Depresión - El Corazón del Asunto
Lo más característico de la vida durante la Gran Depresión era la creciente división entre los que "tenían" y los que "no tenían." El desempleo aumentó de la escandalosa cifra de 5 millones en 1930 a la casi increíble cifra de 13 millones para finales de 1932. Los padres desempleados veían cómo contrataban a niños con salarios por debajo del estándar. En 1930, 2.25 millones de niños y niñas entre las edades de 10 y 18 años, trabajaban en fábricas, fábricas de enlatados, minas y granjas. Los niños dejaban la escuela para sostener a sus familias.

La dura realidad de la vida durante la Gran Depresión es recordada vívidamente por Travis (12 años) quien encontró a su padre detrás de su casa en Massachusetts, llorando con el corazón destrozado. "Mi padre era el hombre más fuerte que yo conocía, pero la Depresión lo puso de rodillas." Mientras que niños hambrientos de las montañas Apalaches se mordían las manos, casi hasta sacarse sangre, los niños de una guardería en Filadelfia jugaban un "juego de desalojo." Muebles de juguete eran apilados en una esquina de la habitación, luego eran recogidos y llevados a otra esquina. "No tenemos dinero para la renta, así que nos mudamos. Luego el sheriff nos persigue, y nos mudamos de nuevo."

Algunas familias de clase media se las arreglaron para seguir en sus casas aceptando inquilinos, haciendo trueques, y estirando cada dólar disponible. Robert recuerda que en su casa de Illinois no había hielo (para las heladeras) ni leche a domicilio, el suministro de agua de la ciudad había sido descontinuado (sólo había agua de pozos), y el gas de la cocina desconectado. Casuchas y ranchos, Hoovervilles, proporcionaban abrigo a las familias empobrecidas. Alicia (10 años) vivía lejos de las chozas de cartón alquitranado. "Mi abuela y mi abuelo nos apilaban a todos los niños en el auto y nos llevaban a un Hooverville, en la ladera del río. Nos dolía el corazón ver lo mal que vivían otros niños. Aunque nosotros sólo teníamos dulces o frutas una vez al mes, nos hacía pensar en lo afortunados que éramos."


Vida durante la Gran Depresión - Lecciones Aprendidas
Los recuerdos de primera mano de la vida durante la gran Depresión no deben ser ignorados. Esas voces de los "niños" ahora nos imploran que reconozcamos los síntomas de una QUIEBRA económica y que reaccionemos a tiempo.

  • La mentalidad del crédito, en lugar de pagar en efectivo. "No gaste el dinero que no tiene en su bolsillo."
  • Los ricos se hacen más ricos a expensa de otros. "No le pague a otra persona para que le proporcione algo que usted puede aprender a hacer o hacerlo usted mismo."
  • Abandono de los valores tradicionales y frugalidad. "Nunca compre nada que pueda usar - sólo aquello sin lo cual no puede vivir."
  • La indulgencia propia y la autocomplacencia por medio de adquisiciones inmediatas o posesiones. "No compre nada hasta que tenga el doble de la cantidad a pagar."
  • Grandes Expectativas apostándole al mercado de valores. "No importa cuánto dinero pueda ganar, ¡sino cuánto dinero puede ahorrar!"
"Y les dijo [Jesús]: ‘Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee'" (Lucas 12:15).

La gente de la depresión obtuvo una nueva perspectiva de la vida y muchos sobrevivientes todavía mantienen hoy esas mismas virtudes. Ellos niegan la indulgencia propia y la autocomplacencia proveniente de las cosas materiales. En su lugar, se enfocan en las relaciones -- con sus familiares, con otros, y más importante aún, con Dios.

Ellos se dan cuenta de que del mal puede surgir el bien y de la tragedia puede surgir un significado.

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