Cristóbal Colón

Cristóbal Colón – Nacimiento de un Explorador
Cristóbal Colón nació en 1451 en la hermosa ciudad de Génova, Italia. Fue criado a la sombra de puertas medievales a su espalda y con el mar abierto delante -- el fondo perfecto para un muchacho en busca de aventura.

El padre de Cristóbal era un respetable hombre de clase media que hizo una carrera del tejer lana. Pero Colón tenía planes más grandes que pasarse la vida trabajando con pieles de ovejas. Había escuchado el llamado del océano, la atracción del mar. Cristóbal Colón se dispuso a aprender su oficio desde adolescente, viajando por las rutas comerciales a través de Europa y convirtiéndose en un experto en navegación. También pudo haber ayudado con un poco de "actividades corsarias" en la guerra contra los Moros.

Cristóbal Colón – Una Propuesta Audaz
Aunque Cristóbal Colón alcanzó su meta de llegar a ser capitán de barco, no se contentó simplemente con seguir las rutas comerciales tradicionales y ganar lo suficiente. No, él tenía grandes planes y estaba dispuesto a arriesgar todo para hacerlos realidad.

Durante este período el comercio terrestre entre India, China, y Europa disminuyó debido a que los musulmanes habían bloqueado eficazmente las rutas comerciales, inclusive la famosa Ruta de la Seda. Muchos europeos se preguntaban: "¿Cómo resolvemos este problema del comercio?"

Entonces aparece un matemático llamado Paolo Toscanelli, trabajando duro y calladamente en una catedral de Florencia, Italia, quien propone una nueva teoría para llegar al Oriente navegando hacia el oeste. Luego llega Cristóbal Colón, el cual cree que ha sido llamado por Dios para encontrar una nueva ruta de comercio y ayudar a cumplir la Gran Comisión. Sin embargo, antes de que Cristóbal Colón pueda zarpar, necesitaba el patrocinio oficial de un trono. Así que, alrededor del año 1485, Colón ideó una propuesta audaz.

Cristóbal Colón – Una Argumento Difícil
Cristóbal Colón pasó 20 años viajando por Europa tratando de encontrarse con algún miembro de la realeza que escuchara su argumento. Presentó su concepto al rey de Portugal, posiblemente ya para 1471, luego, años más tarde, a Inglaterra y a Francia. En cada oportunidad fue rechazado.

Colón, a menudo viajando con su hijo Diego, fue rechazado en múltiples ocasiones en España, durante los años 1490. Su idea era demasiado extrema, demasiado arriesgada, y simplemente no era el momento oportuno. Colón no tenía más opciones. Lo que necesitaba era un milagro. Un monasterio parecía un buen lugar para encontrar uno. Cuando Cristóbal Colón llamó a las puertas de La Rábida, cerca de Palos, España, estaba en el punto más bajo de toda su vida. No tenía dinero, estaba hambriento, y no tenía ni para comer con su joven hijo Diego a cuestas. Los dos habían estado por toda Europa, hablando antes reyes, buscando dinero para financiar su viaje, todo en vano.

Fueron dos monjes de La Rábida los que lo recibieron, lo alimentaron, y cuidaron de él. Pero Colón no tenía idea de que estos dos monjes no eran monjes comunes. Tenían amigos en altos cargos. Uno de los monjes, el padre Juan Pérez, se convirtió en amigo y benefactor de Colón. Colón explicó que su último recurso sería una última reunión con el Rey de Francia. Pero el padre Pérez decidió que era tiempo de utilizar sus conexiones. Convenientemente, una de los deberes del padre Pérez era escuchar la confesión de la Reina de España. Cristóbal Colón fue admitido en la corte real de España, donde presentó su argumento ante los monarcas Fernando e Isabel.

Pero esta vez las cosas fueron diferentes. Después de 700 años de dominación islámica en España, Fernando e Isabel habían derrotado exitosamente a los musulmanes, llamados los moros españoles, en una batalla reciente. Habían expulsado a los moros de la importante ciudad portuaria de Granada, en el sur. España estaba ahora unificada y reinaba la paz. Los monarcas estaban dispuestos a expandirse.

Cristóbal Colón – Un Viaje Monumental
Cristóbal Colón consiguió virtualmente todo lo que había deseado y por lo que había orado. Había encontrado patrocinadores reales, que se hicieron cargo del financiamiento que necesitaba para los barcos, los suministros, y las tripulaciones. Incluso había pedido "un trozo del pastel." Si encontraba oro u otras riquezas, recibiría un porcentaje de todo, junto con los derechos de ponerle nombre y de convertirse en gobernante de las nuevas tierras que descubriera.

El 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón y unos 90 marineros abordaron sus naves en el pueblo español de Palos de la Frontera y zarparon en las tres famosas carabelas: la "Niña," la "Pinta," y la "Santa María." Fue aquí donde Colón reunió a la mayoría de su tripulación, incluyendo a los hermanos Pinzón, lugareños famosos por sus habilidades de navegación, que capitanearían la "Niña" y la "Pinta." Por supuesto, Cristóbal Colón capitaneó la carabela bautizada en honor a Santa María, la madre de Jesús, quien era la figura central en el monasterio de Juan Pérez, donde Colón finalmente encontró esperanza.